«Cada persona es única, irrepetible e irreemplazable» afirma Frankl, el fundador de la Logoterapia. Este principio es fuente de sentido, al darnos cuenta no sólo de que cada persona es única sino de que cada momento es único e irrepetible, podemos acceder a descubrir el sentido de ese momento, de ese encuentro.
Creo que la logoterapia nos ofrece principios muy profundos que son además muy útiles para aumentar nuestra calidad de vida si los comprendemos y los hacemos vida. Llevar este principio a la acción concreta de cada día significa desarrollar las siguientes actitudes:
1. Reconocer la unicidad del otro, es decir, fijarme en cada detalle del otro, asombrarme ante su gestualidad, ante su modo de hablar, de caminar, de moverse, sorprenderme de su existencia, sentir curiosidad genuina por lo que siente, lo que piensa, lo que hay en su espíritu, mucho más allá de las apariencias. Antes de interrumpirlo dejar que termine su discurso, antes de criticarlo intentar conocerlo mejor, antes de juzgarlo preguntar por sus motivos, antes de evaluarlo: conocerle y reconocerle.
2. Respetar la unicidad del otro: intentar conocerlo y entenderlo despojándonos de la necesidad de cambiarlo, de nuestros deseos irracionales de que haga lo que yo deseo o necesito, sino respetarlo. Relacionarme con el otro no en función de mi misma sino en función del otro. Los demás no están ahí para satisfacer mis necesidades, yo puedo enriquecerme a través de la convivencia con el otro pero jamás lograré establecer una relación profunda si mi motivación principal es que me de o satisfaga mis necesidades.
3. Admitir lo irreemplazable que es el otro: Nadie, nadie es sustituible. Creer que se puede sustituir a una persona con otra es deshumanizante y por demás absurdo. El puesto es reemplazable, la persona no. Y la otra persona que ocupe el puesto o el lugar lo hará diferente, con su estilo, mejor o peor pero nunca igual. Insisto en que es fundamental reconocer lo único que tiene esa persona concreta: lo diferente a todos los demás.
Si reflexionamos en este concepto a profundidad podremos mejorar mucho las relaciones que tenemos con los demás, desarrollaremos nuestra capacidad para valorar al otro en su unicidad.
Las personas somos insondables: muy difíciles de conocer, la gama de posibilidades de acción que cada uno tenemos es casi infinita, aunque convivamos mucho con otro ser humano no alcanzamos a conocerlo del todo, siempre podrá sorprendernos: es un regalo enorme tener la maravillosa oportunidad de convivir con otra persona, acerquémonos a esa otra persona con respeto, con fascinación, con curiosidad de conocer su alma.
Reconozcamos el privilegio de encontrarnos con otra persona dispuesta a compartir sus emociones, sus pensamientos, sus ideas con nosotros, sin olvidar que el Universo está ordenado y que no es ninguna casualidad tener cerca de nosotros a esas personas únicas, irrepetibles e irreemplazables que nos han tocado.
Rocio q bonita reflexion ademas d profunda
Muy buen articulon muy cierto y profundo
Gracias Rocio…Me encanto !!
no dejo de asombrarme con tu claridad para explicar las cosas de manera de que me hacen sentir tan lista porque las asimilo y se acomodan dentro de mi….Gracias!!!!
Es un regalo enorme haberte conocido.
Muy importante esta reflexión.
Como siempre… me encantó
Gracias Marce, siempre encuentro en ti palabras de apoyo y estímulo, te quiero pero mucho mucho mucho! Rocío
Eres Fabulosa,Felicidades por tus reflexiones.
Gracias Juanita, nos vemos la próxima semana! un abrazo, Rocío
hola Rocío, que acertadas tus palabras y que complicado es realmente ponerlas en practica… porque por ejemplo, en una relación de pareja, no es bueno satisfacer las necesidades del otro? segun yo lo haces por amor al otro… estoy equivocada? Anel
Anel: no te equivocas en desear satisfacer las necesidades de tu pareja, el tema es cuanto para allá y cuanto para acá, o dicho de otro modo: por satisfacer a la pareja tu cuanto te quitas?? … seguimos platicando ok? y gracias por leerme! te quiero, Rocio