En mis clases, con relativa frecuencia les digo a mis alumnas: la gratitud es la madre de la abundancia. Esto significa que cuando agradecemos algo, tendremos más de eso. No es magia: es la consecuencia lógica. Cuando agradeces, haces consciente que eres privilegiada por tener aquello que estás agradeciendo. Esto lleva a cuidarlo, a verlo, a reconocerlo.
En las relaciones con otras personas no dar las gracias puede costarnos la relación. Si alguien hace algo por ti y no se lo agradeces, es decir, no se lo reconoces, puede que decida no seguir dando. Es frecuente escuchar: «ni las gracias me dio» con un fondo emocional de desilusión. Debemos estar atentos a lo que los otros hacen por nosotros, y reconocerlo con frecuencia. Y decir: gracias por…
El Universo siempre nos da lo que creemos merecer. Muchos de nosotros nos fijamos más en lo que no tenemos que en lo que sí tenemos: pésima costumbre que nos impide aumentar nuestro bienestar. No podemos esperar a tener algo para ser felices, cuando hacemos eso, estamos dejando en suspenso a nuestra vida.
Lo primero que debemos hacer por la mañana es agradecer unas 20 cosas que sí tenemos: vida, poder abrir los ojos, agua caliente para darse un baño, una cama para pasar la noche…
Por la noche, debemos agradecer por lo recibido en el día, por las experiencias que vivimos y por las personas con las que nos hemos encontrado en ese día. Incluso por las bendiciones disfrazadas, que son aquellas experiencias que nos parecen malas pero que traen a nuestra vida, sí somos capaces de verlo, el aprendizaje que más estamos necesitando. Esas lecciones nos van a convertir en mejores personas y nos muestran que ya estamos listas para abandonar un mal hábito de pensamiento.
También es necesario agradecer por lo que no necesita curación en nuestras vidas: convertimos así a la gratitud en el factor de cambio ya que nos hace pasar del bloqueo a la creatividad y del miedo al amor.
Si tu vida no está funcionando en este momento como quisieras, no dudes que uno de los factores es tu incapacidad para agradecer, puede ser que no estés reconociendo personas, situaciones y sobre todo: el sufrimiento que te ha sido ahorrado. Frankl, el fundador de la logoterapia, le llama a esto el valor de actitud generalizada: gracias por todo el dolor que me ha sido ahorrado, por las enfermedades que no he padecido, por las experiencias que no he tenido que vivir.
La gratitud no es la consecuencia de las cosas que nos pasan: es una actitud de vida, es un modo de estar en el mundo, es una práctica cotidiana.
Si logramos dejar de quejarnos y empezar a bendecir por todo lo que sí tenemos, seguro tendremos cada vez mas bendiciones. Además, quejarse es el camino más fácil para alejarnos de los demás.
Cuando agradecemos superamos el sentimiento de autocompasión, dejamos de ser víctimas para empezar a ser los protagonistas de nuestra propia historia.Jamás decir «gracias» debe ser una respuesta automática. Debe hacerse con plena conciencia.
Debemos agradecer también las experiencias de nuestro pasado: eso incrementará nuestra felicidad en el presente.
Olvida tus expectativas sobre como deberían ser los demás y agradece todo lo bueno que tiene cada persona.
Dar y recibir son lo mismo. Recibir con gratitud a la vida es el mejor modo de apreciarla, de reconocerla.
Hoy, a través de estas lineas, yo doy gracias a la vida: nada está en desorden, cada experiencia vivida es una pieza de mi rompecabezas que hoy está completo, dibujando el más hermoso paisaje. Gracias a mis padres, a mis hermanos, a mis alumnas, a mis amigas, a quienes no me han querido y con eso me han enseñado tanto, a todas las personas que con su presencia, han hecho de mi vida, una gran ocasión para celebrar.
Gracias a ti, por leerme.
Esta aportacion me gusto especialmente. En Juarez es facil dejarse absorver por la sensacion depresiva que prevalece especialmente en las conversaciones. Yo veo tanto que agradecer que nunca acabo y bendigo todo lo que me rodea porque finalmente todo forma parte de la creacion, que fue hecha para mi….para que yo sea, para que yo crezca.
Gracias a ti por estar en mi vida, dandome tu sabiduria, tu honestidad, y tus palabras del otro dia… Me hiciste muy feliz..Gracias , gracias…. UN beso
Rocío, qué bonito artículo y qué cierto lo que dice, a veces se nos olvida agradecer tantas cosas que damos por hecho que estén en nuestras vidas. Siempre he creído que la mejor manera de agradecer a Dios y a la vida lo que nos ha dado, es devolviendo a los demás algo de lo mucho que se ha recibido, y eso es algo que cada uno debe descubrir: cómo vas a devolver un poco o un mucho de lo que tienes. Gracias por estos artículos que nos «alimentan» el alma. Un fuerte abrazo, Cristina
GRACIAS,Rocio por darnos estas reflexiones ,Gracias por tu Ser tan maravilloso ,GRACIAS al creador por darme la oportunidad de conocerte.
y GRACIAS a mis compañeros de logoterapia que cada vez les aprendo mas.
Rocio:
Muchas gracias por este y todo lo que escribes y compartes con nosotras a mi en lo personal me llena de esperanza y me ensenias muchas cosas.
Con carinio,
Adriana.
P.D. del diplomado en Cd. Juarez de hace como 2 anios.
Gracias por tus comentarios, son muy enriquecedores, te mando una abrazo. Elena
Querida Rocio
Gracias por ser mi amiga
Gracias a Dios por entrar en mi vida
Rocio soy tu fan desde hace mucho por que nunca dejas de sorprenderme
tienes un corazón hermoso y me alegra mucho saber que puedo aprender y sentir de forma sublime incluso sin verte en persona,te das a querer con mucha facilidad por lo que es natural que te quiera muchísimo!!! te admiro y
me inspiras a inspirar como tu lo haces así que muchas gracias por compartirte con todos nosotros pues vas tocando corazones sin querer
te deseo lo mejor …con cariño tu alumna michelle
HOLA ROCIO!!!
ME ENCANTO TU REFLEXION SOBRE EL AGRADECIMIENTO, Y ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO CONTIGO. EL AGRADECIMIENTO ENGRANDECE EL ALMA. EL AGRADECER TE LO APRENDI EN UNA CLASE DE PNL QUE NOS DISTE HACE MUCHO, LO PRACTICO DESDE ESE DIA. Y ES ALGO QUE NUNCA OLVIDARE. GRACIAS ROCIO POR LO MUCHO QUE NOS HAS ENSEÑADO Y ESTOY SEGURA QUE SEGUIREMOS APRENDIENDO DE TI. TE AGRADEZCO ENORMEMENTE QUE DIOS ME HAYA PUESTO EN MI CAMINO PARA APRENDER TODOS ESTOS 12 AÑOS DE CLASES.
GRACIAS SENOR POR MI VIDA POR LA VIDA QUE LLEVO Y POR MI DIA. GRACIAS SENOR POR LO QUE ME DAS Y LO QUE NO ME DAS, POR LO QUE ME DAS Y LO QUE ME QUITAS.
Buenisimo
Me agrada recibir mayor información como la lectura del agradecimiento ya que cada mes en el grupo Pío XII, me quedo esperando la siguiente charla Gracias, un saludo.
Elena: gracias a ti por tu comentario y por estar en las charlas. Nos vemos el 20 de Enero. ¡Felices Fiestas! Rocío