En toda relación, existe la posibilidad de comunicarse de modo cualitativo y de modo cuantitativo. La comunicación cuantitativa se refiere a la cantidad de información que se transmite de una persona a otra. La cualitativa se refiere a la calidad de la información que se emite.
Una relación es una conversación. Sí hablas de lo que sientes y de lo que piensas te acercas al otro. Si no dices lo que piensas ni lo que sientes te alejas del otro. Así de fácil y así de difícil.
Es que decirle al otro lo que te molesta, lo que te hace sentir incómodo, lo que te duele es muy difícil. Y es cuando llenamos el espacio con charlas incesantes, palabras huecas, discursos superfluos que no comunican nada ni generan nada. No cambian a la relación, ni contribuyen a que sea más profunda. La comunicación de calidad es la que puede producir cambios en el comportamiento de uno y/o del otro. Lo demás es palabrería.
Y es que justo cuando más tememos enfrentar los temas personales de mayor importancia, es cuando más mediocre se hace nuestra conversación. Y esto nos va separando, indiscutible e irremediablemente, del otro.
Aunque no hay una estadística que refleje cómo los problemas de comunicación en la pareja son lo que con mayor frecuencia tienden a dañarla, no podemos menospreciar su importancia.
Y es en la pareja, y en la familia, en donde por la cantidad de canales de comunicación que hay y por las interacciones cotidianas frecuentes, se hace tan compleja la comunicación. Preparar un plato de comida puede ser un modo de comunicar amor y apoyo, pero también un modo para decirle al otro: «te hice la comida porque tu eres incapaz de hacerlo». Darle dinero al otro puede ser un modo de decir «te apoyo» y también puede ser un modo de decir «eres una carga para mí».
El lenguaje no verbal se usa para atenuar o para apoyar a las palabras. Con las personas más próximas tendemos a usarlo para atenuar los discursos agresivos. Así podemos abrazar al otro mientras le decimos que estamos desilusionadas de él. O del otro modo: verbalmente digo que «no me pasa nada» pero mi gesto indica que sí me pasa, y mucho. Estas contradicciones en nuestros modos de comunicar se van superponiendo y acaban por hacer muy compleja la comunicación en el seno de la familia.
El lenguaje corporal es mucho menos consciente que el verbal. Un gesto dice más que mil palabras. Debemos aprender a leer los gestos de los otros, pero mucho más que eso, debemos intentar enviar mensajes más congruentes y explícitos. «Estoy molesta y confundida y con miedo de decirte lo que siento» es mucho mejor que un «no me pasa nada» con una mala cara.
Comunicarse es un arte que debemos procurar aprender. Traducir los mensajes de los otros, decodificar, y ser congruentes. Arriesgarnos a decir lo que sentimos, de modo asertivo, que es el que más ayuda. Recordemos que la persona pasiva es la que permite que los demás lo pisoteen, que no defiende sus intereses. Encuentra ventajas en que raramente es rechazada, su desventaja es que acumula resentimientos y termina por acumular una pesada carga de irritación. La persona agresiva es la que amenaza, acusa y agrede sin tener en cuenta el sentimiento del otro. Su ventaja es que los demás le temen. Su desventaja es que los demás se van alejando de él.
La persona asertiva es la que sabe defender sus propios intereses, expresa sus opiniones libremente y no permite que los demás se aprovechen de ella. La ventaja es que se puede obtener lo que se desea sin sentirse culpable ni ocasionar trastornos a los demás.
La agresividad y la pasividad son formas inadecuadas de evitación. No temas decir lo que sientes mientras sepas ser asertivo. No parlotees con tal de no decirles, a los que te importan, lo que te importa.
Arriesgarte a confiar en el otro es el único modo de acercarte a él. Habla menos y dí más. Enriquece la calidad de tu comunicación y enriquecerás tu relación. Relacionarse es vivir.
TIENE RAZON SRA ROCIO CON LO QUE DICE DE HABRAR MUCHO Y DECIR POCO PERO LA VERDAD QUE CUESTA MUCHO TRABAJO PODER REALIZARLO SE OYE MUY BONITO PERO PONERLO EN PLACTICA A Y ESTA EL CHISTE
Me encantas Rocio!!!!! Gracias!!!! Como SIEMPRE esta verdaderamente enriquesedor !!!! Siempre aportas algo nuevo y bello a mi vida……!!!!
Te mando un beso!
Roxana
Muy enriquecer el tema como todos los que he escuchado
y leído, me llevó a meditar en la forma en que hablo a veces
sin realmente tener estructurada la idea de lo que me gustaría
compartir y es cuando pierdo el interes del otro en lo que expongo
me motiva esta charla a pensar realmente que quiero hablar gracias.
excelente reflexión!!
Gracias!!
Me temo que en general la gente no está preparada para escuchar o leer sobre lo que sientes y piensas. Yo coincido en que la acertividad en intrinsecamente una cualidad, pero la generalidad de la gente la siente como una agresión. En México al menos, somos alérgicos a la verdad
Oscar:
Es cierto: en México somos alérgicos a la verdad. Personas como tu pueden aportar mucho para comenzar a ser más valientes ¿verdad?. Gracias por tus comentarios! Rocío
Creo que tenemos que cultivar la capacidad de escuchar mas alla de las palabras y expresar con justicia lo que necesitamos decir, ultimamente me han tocado platicas en las que la palabra se arrebata y no se da la comunicacion.. entonces recuerdo a Anaxagoras…
LOS QUIERO MUCHO Y ESPERO NOS QUEDE MUCHO DE ESTE MENSAJE, BESOS, ANEL.