«Hablar es una necesidad, escuchar es un arte» escribió Goethe. En mi trabajo diario me encuentro con frecuencia con que las personas nos sentimos poco escuchadas. Con que tenemos emociones, sentimientos, frustraciones, sueños, ideales que no podemos expresar porque no encontramos un interlocutor que nos preste su atención.
Comunicarse descansa mucho más en el escuchar que en el hablar. En realidad el que escucha es que el dirige todo el proceso de la comunicación. Es ususal confundirnos y creer que sí el otro está en silencio, me está escuchando. Escuchar es oír más interpretar. Escuchar es un proceso activo, no pasivo. La brecha entre lo que se dice y lo que el otro entiende es grande, y se puede hacer mucho más grande sí la llenamos con prejuicios, creencias, suposiciones y desconfianza.
Es un error común dar por sentado que lo que escuchamos es lo que el otro dijo, y que lo que decimos fue entendido por el otro. El antídoto contra el sentimiento de aislamiento es aprender a escuchar. Sí desarrollamos este arte, lograremos relaciones más profundas basadas en comunicaciones reales, no en meros intercambios de información.
Hay algunas claves que pueden ayudarnos a escuchar mejor:
1. Reflexionar en la inquietud de quién habla. La persona que está hablando lo hace por algo. Algo la inquieta, le preocupa, le afecta, está elaborando una experiencia y de ahí que necesite compartirla.
2. Hacer preguntas que nos permitan comprender esa inquietud. Al preguntar le aseguramos al otro que estamos escuchando y que deseamos comprender su mundo interno.
3. Comprometernos con quién está hablando. Sí te escucho, debo hacerme cargo de lo que estoy escuchando. No puedo ni debo ser indiferente a tus palabras. Debo intentar contribuír en la elaboración de tu inquietud.
4. Acepar que el otro es diferente, legítimo y autónomo. Sí! El otro tiene sus ideas, sus emociones, sus derechos y piensa y vive de modo diferente a mí. No puede ni debe pensar cómo yo.
5. No distraernos. Interrumpir, contestar un teléfono, escribir mensajes en nuestro teléfono, desviar la mirada y muchos otros gestos son demostraciones de indiferencia, de arrogancia, de no estar entendiendo el valor que tiene que otro ser humano me esté abriendo su mundo interno al hablar conmigo.
6. No tener prisa. Es mucho mejor decirle a la persona: en este momento no puedo escucharte, pero en este otro momento quiero estar contigo y escucharte, a estar con ansiedad y lastimar al otro por no escucharlo dignamente.
7. No adivinar ni adelantar conclusiones: solemos estar pensando en nosotros y no en el otro. Solemos adivinar que sigue en la historia. Somos impacientes y además nos creemos poseedores de la verdad. Eso lastima, corta la comunicación.
No olvidemos que una relación es una conversación. Nos gusta estar con quién nos escucha. Es cuando nos sentimos queridos y aceptados.
Hay un proverbio italiano que dice: del escuchar proviene la sabiduría y del hablar el arrepentimiento. Jamás te vas a equivocar cuando escuchas con atención y respeto al otro. Cuando hablamos, podemos cometer graves errores.
Sea ésta una invitación a desarrollar el arte de escuchar. Segura estoy que podemos, con nuestra escucha activa, llevar consuelo y alivio a otras personas, contribuyendo a parar un poco, el sufrimiento del mundo.
Un mensaje brevepero valioso Rocío, me resulta muy interesante y de mucha aplicación a mi actividad como psicóloga, que Dios te bendiga y espero continuar recibiendo estos mensaje, hasta pronto por acá en Guadalajara.
Magda: Gracias a ti por todo lo que has compartido conmigo. Ha sido un enorme placer conocer a una mujer tan comprometida como tu. Nos vemos prontito y te mando un abrazo grande!! Rocío
yo prefiero escuchar que hablar, mi vida ya la conozco,.
Ver a los ojos siempre
Laura: exacto!! seguro que tus amigas y amigos y familiares te lo agradecen!! Y si, ver a los ojos es indispensable como un maravilloso elemento de la comunicación! Una abrazo, Rocío
Rocío como siempre buenísimo tu escrito ahora sobre el arte de escuchar, que razón tienes, ojalá a base de trabajo logremos dominarlo o por lo menos mejorarlo.
Calladita me veo mas bonita…. cierto , y escucho mejor. Que buena aportacion Rocio!
CADA COMENTARIO ASE MELLA EN MI CRESER COMO PERSONA GRACIAS POR TODO FELIZ FIN DE SEMANA