Vivir es difícil. Ante cada situación debemos enfrentarnos con conflictos, con dificultades a resolver, con obstáculos.
Además, estamos sujetos a la vulnerabilidad. Por mucho que nos cuidemos y tomemos precauciones, podemos ser objeto de percances, robos, clonaciones de tarjetas, accidentes, enfermedades, problemas en la comunicación…¿ya para que le sigo? todos hemos padecido sufrimientos, abusos, problemas. Todos estamos expuestos al dolor. Pero también al amor.
Somos vulnerables. Es la condición humana. Admitir nuestra vulnerabilidad es esencial para contactar con la importancia de vivir bien. De mostrar nuestro corazón a quiénes amamos, de atrevernos a solicitar ayuda, de estar abiertos al amor de los demás.
Presentarnos ante los demás de modo íntegro y transparente para sentir su abrazo y su calidez en los momentos más frágiles de nuestra existencia. Desarrollar compasión por el otro, que puede estar pasando por un momento tan o más difícil que el nuestro.
Sólo ante la confrontación madura con nuestra fragilidad seremos capaces de priorizar lo prioritario y de trivializar lo trivial. Muy pocas cosas son importantes. Muchas no importan. No te rindas ante tu dolor. Aprende de él. Ese el sentido del sufrimiento. Crecer, ser mejores personas, admitiendo nuestra realidad tal y cómo es, sin disfraces, sin máscaras evasivas.
No seas indiferente a los otros. Cualquier circunstancia, vivida con amor, es mucho más llevadera. Invierte en tus relaciones y recuerda que lo que más nos acerca a otro ser humano es esa capacidad de admitir nuestra fragilidad.
Es un hecho: no hay problema en esta vida que no sea mas dulce, mas solucionable, mas aceptable con amor. De ahi surge la capacidad de confiar, de ser transparente, de abrirnos al otro y recibirlo sin expectativas, con aceptacion…Me encanta que publiques en tu blog cosas positivas, restauradoras de todo eso que se ha erosionado con los acontecimientos de estos ultimos anios… Gracias! Me encantas!!