Cuando un niño o niña es adoptado y comienza una nueva etapa de su vida, resulta esencial ayudarle a comprender los cambios y brindarle la confianza suficiente para que su autoestima se fortalezca y cu confianza en sí mismo y en la vida se desarrolle.
Lo que más ayuda a generar confianza es la verdad. Háblale siempre con la verdad: sobre su origen, sobre tu proceso para decidir adoptarlo, y sobre las normas de la casa. Explica lo que te gusta, lo que te disgusta, lo que esperas, ayúdale a ir conociendo las consecuencias de sus actos y a ser responsable por lo que haga. Ayúdale a conocer el hecho de que sólo nosotros somos responsables del tipo de persona que deseamos ser y de cómo decidimos vivir nuestra vida.
Para incrementar su autoestima no hay nada cómo animarle a hacer cosas por sí mismo. Desde luego, en proporción a su edad debemos irle dando tareas: bañarse, guardar su ropa, pasear al perro, ayudar a poner la mesa, cumplir con su tarea escolar. Nada ayuda más a aumentar nuestra autoestima que el sentido de logro que se obtiene por hacer algo «nosotros solos» y hacerlo bien.
Sé congruente y cumple con tu palabra. No debes decir «te llevaré de paseo el domingo» sí no estás segura de poder hacerlo. No debes amenazar con castigos que no vas a cumplir. Habla con tu niña y muestra tus sentimientos, ese será el modelaje para que ella aprenda a expresar y respetar sus sentimientos.
Nada es más poderoso que el amor. Adoptar a un niño o a una niña es un inmenso acto de amor que será recompensado siempre: felicidades.
Rocío
Muchas gracias por este escrito saludos
Cecilia
Con todo mi cariño, Rocío