Me ocurre con mayor frecuencia de la que desearía, que escucho comentarios absurdos alrededor del tema de la psicoterapia y la dependencia: ¿si voy a terapia me voy a hacer dependiente de mi terapeuta?
¿Para que me sirve ir a terapia?
¿Porqué le voy a contar a un extraño lo que me sucede?
Sócrates dijo: «Una vida sin examen no es digna de ser vivida», ir a terapia significa escucharse a uno mismo, significa darse un espacio personal para reflexionar sobre la propia vida. Significa entender mejor quiénes somos, qué estamos haciendo y cuáles son nuestros patrones de relación que pueden estar deteniendo nuestro desarrollo. Significa elaborar nuestros duelos y tener un lugar para, ante un otro entrenado para tal objetivo, aprender a relacionarnos mejor con nosotros mismos y con nuestro entorno.
Esgrimir el argumento de la dependencia para evadir enfrentarnos a nuestra vida es, por decir lo menos, una cobardía. Sí acudo con un profesional no tengo porqué generar una dependencia.
Sí tu respuesta es sí a alguna de las preguntas siguientes, sin duda te beneficiarás con un proceso serio de psicoterapia:
1. ¿Sientes angustia con frecuencia y no sabes exactamente a qué atribuirla?
2. ¿Estás irritable, de mal humor, enojado y te sales de control más de una vez a la semana?
3. ¿Estás pasando por un duelo y sientes una tristeza enorme?
4. ¿Tienes problemas graves en tus relaciones personales?
5.¿Permites abusos, violencia verbal o física?
¿Porqué para arreglar el dolor de muelas sí vas al dentista (¿y no temes a la dependencia?) y para arreglar un dolor del alma no vas a psicoterapia?
me parece excelente tu comentario , muchas personas se defienden como gato boca arriba ante esta situación . pero yo estoy totalmente de acuerdo q cuando planteas tus miedos de forma verbal y con alguien profesional ,alineas tu mente con con la realidad de lo q piensas y haces
Hola Ana María: tienes toda la razón en lo que me escribes… habrá que seguir haciendo conciencia desde nuestra trinchera…Saludos y abrazos
Confío más en el dentista, puesto que pienso que se sabe mucho más de odontología que de psicología.
Cómo consecuencia de tu pensamiento, tus dientes brillarán: ¿y tus emociones?