A muchos de nosotros nos ocurre que tememos poner límites en las relaciones: callamos cuando algo no nos parece bien, lloramos en silencio si nos sentimos lastimados, no nos quejamos con tal de no pelear. Aguantamos.
Cuando nos aguantamos sin quejarnos, creemos que es lo mejor. Lo que es difícil es darse cuenta que esa nunca es una buena solución porque se va llenando el vaso y un día, el menos pensado, cae la gota que lo derrama. Y puede ser que tanto «aguante» nos haga explotar: decir cosas que no queremos decir, enojarnos profundamente, lastimar y herir a quién amamos, destruir una relación.
Aguantar no sirve para nada. Solo daña a uno mismo y a la relación. Esta no es una invitación a pelear todo el tiempo, no. Es una sugerencia que a mi me ha costado años y mucho dolor aprender: cuando algo no te parezca: dilo. Cuando te estés sintiendo lastimada: avísale al otro. Los demás no pueden leer nuestros pensamientos. No tienes que decirlo enojada, ni insultar, ni ofender. Siempre hay un modo de decir las cosas. «Esto que estás haciendo me lastima». «Me siento ofendida cuando haces esto». No es fácil, pero es mucho mejor que tolerar lo intolerable y acabar siendo una víctima (por no saber poner límites) y dañando severamente la relación.
Atrévete a decir «esto no lo quiero, esto no me gusta, esta conducta tuya me hace daño». Si el otro te quiere, sabrá respetarte. Pero para que el otro me respete, siempre tengo que comenzar por respetarme yo.
Totalmente cierto… Felicidades!
Realmente callar algo que no nos parece es sumamente dañino para la relacion conyugal, te guardas y despues las sacas a relucir despues de tiempo, te estas guardando resentimientos, infectas la relacion, dilo hoy no mañana.
Arturo: estoy completamente de acuerdo contigo. Muchas gracias por escribir. Un abrazo, Rocío
Donde puedo comprar el libro Fija tus Limites , gracias
Rosi: mi libro te lo mando a la dirección que quieras, sólo debes hacer una transferencia a mi cuenta, cuesta 200 pesos. Saludos