El precio de la mentira

Vivir es difícil. Lo es mucho más cuando se vive desde la mentira. Cuando se han experimentado situaciones que nos resultan vergonzosas, como puede ser el suicidio de un ser querido o el abandono de una madre, por citar dos ejemplos que son tan humanos como dolorosos, solemos intentar disfrazar la realidad o minimizarla, alterando la historia. Creemos que si no hablamos de ella o si la alteramos minimizándola, entonces ya no hará más daño.

Lamentablemente, esto nunca ocurre así. Cuando mentimos a nuestros hijos, ellos lo saben. En algún nivel de su conciencia detectan que estamos mintiendo y se empeñaran en conocer la verdad. Algún dia la sabrán. Y si les hemos mentido, su confianza en nosotros como padres se verá severamente dañada. Este es uno de los muchos efectos secundarios de la mentira.

Otro efecto es que desde la mentira no es posible crecer. La verdad es el alimento principal del aparato psíquico. La mentira enferma y daña. Es un veneno especialmente tóxico. Lo que nos ha ocurrido a lo largo de nuestra vida puede y debe ser aprovechado para crecer, para ser mejores personas, para expandir nuestros horizontes y alcanzar el desarrollo de nuestra personalidad. Si lo disfrazamos, ocultamos o minimizamos, estamos desperdiciando el inmenso potencial que el sufrimiento ofrece. Estaremos además, aumentando el dolor.

Lo que nos duele, debemos hablarlo. Lo que nos lastima, tenemos que expresarlo y acomodarlo en el lugar que corresponda. Cuando las experiencias se hablan, se viven en su justa dimensión. Se deposita la energía en las palabras y se libera para seguir adelante.

Mantener una mentira tiene un precio muy alto: perder la experiencia de crecimiento por un lado y generar inmensa desconfianza en quiénes nos rodean, por el otro. Nada fractura más una relación que el hecho de perder la confianza en el otro.

Seamos valientes y vivamos apegados a la verdad. Las recompensas son enormes.

Publicado por Rocio Arocha

Dedico mi vida profesional al psicoanálisis individual y de pareja. Soy docente en las Maestrías en Psicoterapia General y de Niños y Adolescentes en la Asociación Psicoanálitica Mexicana y soy candidata a Doctora por la misma institución.

Un comentario en “El precio de la mentira

  1. Coincido, nada como el sabor y la libertad que provoca un canal de comunicación libre de mentiras. Se avanza sobre piedra y no sobre arena movediza.

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