Solemos minimizar la importancia de las cosas pequeñas de la vida cotidiana. He aquí algunas situaciones que pueden parecer poco importantes y que, a mi parecer, resultan fundamentales:
- Dejar tu teléfono celular frente a ti en la mesa donde comes si estás acompañado: el mensaje es de falta de respeto y de educación al no estar al cien con la persona que tienes frente a ti.
- Interrumpir a tu interlocutor para responder mensajes o tomar una llamada. Especialmente si te está hablando de alguna situación dolorosa.
- Elegir sin pensar llevarte a la boca alimentos que no te convienen, por su contenido de grasa o de calorías sólo para calmar tu ansiedad.
- No responder correos, llamadas o mensajes de texto, mostrando indiferencia a quiénes te toman en cuenta.
- Criticar a las personas desprestigiándolas y lastimándolas.
- Ignorar la realidad de lo que está ocurriendo en tu entorno, con tu familia, con tus amistades, en tu trabajo.
- Tratar con desprecio a las personas que te sirven: choferes, meseros, guardias de seguridad, alimentando así el resentimiento social.
- Desperdiciar tu día quejándote o sufriendo por lo que no tienes en lugar de agradecer todo lo que si tienes.
- Hacer lo que haces con prisa, a las carreras, cometiendo errores y acumulando estrés, por no planear con oportunidad los tiempos de tu agenda.
- Gastar dinero o tiempo en actividades y cosas que realmente no necesitas, en lugar de aprovechar lo que tienes y hacer lo que te haga bien.
Buen dia Rocio es una reflexión que nos deberíamos hacer diariamente, ciertamente no son pequeños !son grandes ! Lo que mas resalta y duele es lo del celular ya que ves la indiferencia y desinterés de otra persona ,y lamentablemente no se dan cuenta piensan que es normal. Hay que reflexionar sobre cada uno de los pequeños detalles que hacen nuestro dia a dia . Saludos y excelente semana.
Gracias Teresa por tus palabras, con las que estoy muy de acuerdo. Recibe un abrazo, Rocío
Muy bueno gracias
Enviado desde mi iPhone