He recibido diversos correos solicitando ayuda, escritos por padres de entre 60 y 75 años quiénes tienen hijos adultos, incluso con nietos y que viven la desafortunada situación de mantener al hijo, a la esposa del hijo y a los hijos de estos. Como si esto fuera poco, además reciben maltratos, groserías y exigencias.
Crecer y madurar significa hacerse cargo de uno mismo. El tiempo máximo para mantener a un hijo debe ser (cuando mucho) un año después de que termina su carrera. Si no hace carrera entonces a los 22 años máximo. Los padres que siguen tratando a sus hijos adultos como si fueran niños inútiles lo único que hacen es estorbar el desarrollo y la madurez de sus hijos.
Si tu eres uno de ellos pregúntate porque lo haces:
- ¿Te sientes culpable porque eres viuda o porque te divorciaste?
- ¿Te sientes muy sola y quieres que el hijo te acompañe?
- ¿Te sientes culpable porque tuviste que trabajar para sacarlo adelante?
Estas son algunas de las razones de este inadecuado comportamiento. Nuestra obligación como padres es ayudarlos a crecer. Si los seguimos manteniendo los estamos infantilizando. Si permitimos sus malos tratos los estamos dañando mucho. Debemos ser valientes, fijar límites y contribuir para que nuestros hijos crezcan.