Cada uno de los actos que llevamos a cabo tiene un costo. Dicho de otro modo pagaremos una cuota por ellos. El cobro puede ser de contado, inmediato o a plazos y hasta muchos años después.
Un sencillo ejemplo: me encuentro a un conocido en un lugar público y decido no acercarme a saludarlo, por flojera, desidia o mera indiferencia. Al cabo de un tiempo alguien le pide una recomendación sobre mi persona. Puede ser que decida referirse a mi con desgano o incluso desagrado. Ese fue el costo que tuvo mi acción.
Otro ejemplo es la elección que hago cuando decido fumar: el costo puede ser a largo plazo, cuando al cabo de los años sea diagnosticado con un enfisema pulmonar.
Ninguna acción es inocua. Ninguna palabra expresada puede borrarse. Todo lo que hacemos va dejando una impresión, una huella, un efecto en los demás.
Por eso, es recomendable pensar antes de actuar. Estar muy atentos a nuestros comportamientos y ser meticulosos al momento de elegir.
Todos somos víctimas de nuestra personalidad: debemos trabajar en pulirla, embellecerla, mejorarla. Un psicoanálisis puede ser una excelente idea para lograr este objetivo, siempre que sea con un profesional.
Rocio siempre estoy interesada en tus artículos y lo que nos compartes al leerlos.
Son reflexiones que hay que tomar en cuenta para una vida plena y en paz.
Te agradezco sinceramente tu amistad y tu conocimiento
Un abrazo Lyana
Lyana muchas gracias por tus amables palabras. Te considero una gran persona y amiga, Rocío
Querida Roció:
Como dices totalmente de acuerdo y hay toma r en cuenta que estas acciones . aunque no se cotizan en bolsa, tienen valores muy variados, pues cada uno , es el generador del mas + o – y sus consecuencias.Nos vemos pronto
Raul Pardo
Raúl: muy interesante tu opinión sobre la cotización en bolsa de las acciones, nos vemos mañana, te quiero mucho. Rocío
Enviado desde mi smartphone Samsung Galaxy.
Saludos y gracias por leerme, Rocío