El inspirado y sensible poeta libanés Kahil Gibrán lo expresa perfectamente: «son hijos e hijas de la vida deseosa de si misma. No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen».
¿Cuántas veces les has cobrado lo que has hecho por ellos, como si te lo hubiesen pedido?, ¿Cuántas veces has intentado, en nombre del amor, controlar sus decisiones?
«Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellas viven en la casa del mañana que no puedes visitar, ni siquiera en sueños» – sigue el poeta.
¿Cuántas veces quieres que piensen y sientan como tu?, ¿Cuántas veces quieres diseñarles el futuro que tu crees será el mejor para ellos?
Y continúa el gran Gibrán: » puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer. Tú eres el arco del cual, tus hijos como flechas vivas son lanzados. Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea para la felicidad».
¿Somos capaces de regalarles su vida?, ¿ de permitirles irse, apartarse, alejarse y no chantajearlos, manipularlos por soledad, miedo, narcisismo, codependencia o necesidad de control?
WOW!!!! MUY CIERTO Y ENRIQUECEDOR ESTE ARTICULO NOS MUESTRA QUE NOSOTROS PADRES NO SOMOS DUEÑOS DE NUESTROS HIJOS EFECTIVAMENTE ,
ELLOS SE CREAN SUS PROPIOS FUTUROS Y ESTÁ EN SUS MANOS SU PROPIA FELICIDAD.
GRACIAS ROCIO POR COMPARTIRLO UN ABRAZO.