En mis clases, repito con frecuencia que el agradecimiento es la actitud que más abundancia genera, y lo hago porque lo he visto así en mi vida cotidiana. Dar las gracias sobre lo que tenemos nos hace mucho más conscientes. Y el objetivo de mis palabras es que logremos vivir una vida más auténtica, más real, en la que prioricemos lo prioritario y trivialicemos lo trivial. Cuando agradeces, estás haciendo algo prioritario.
Agradecer focaliza nuestra atención en nuestros bienes (y desde luego no me refiero a objetos) y esta focalización nos inspira a cuidarlo más, a darnos cuenta, a respetarlo y a honrarlo. Tu: ¿Qué tienes?, ¿salud, personas que te quieren, personas a las que querer, trabajo, paz?
Si estás leyendo esto, ya tienes muchísimos motivos para estar agradecido: tienes vista, salud, tiempo, capacidad para comprender: alguién te enseñó a leer y tienes la paz necesaria para leer un texto.
Elabora una lista de siete personas a las que les debes dar las gracias por algo que han hecho por ti: durante una semana, dale cada día las gracias, una por día. Y sé espécifico: te llamo para darte las gracias por que me escuchas, o me apoyas de tal modo. Puedes también mandárles un correo electrónico o regalarles una tarjeta.
Cada día, al despertar, da mentalmente las gracias por al menos 10 bendiciones de tu vida.
Ningún ejercicio es más poderoso para hacerte consciente de lo que tienes y para enfocar tu mente a una actitud saludable y correcta. De lo agradeces, te lo aseguro, tienes cada vez más. Ya lo sabes.
Y gracias, muchas gracias por entrar a mi página, por leerme y por creer en mí. Cada día pienso en nuevas ideas para que siempre, siempre quieras visitar mi página: GRACIAS