Hay momentos en los que nos sentimos muy preocupados. Y con razón. Las circunstancias que no podemos controlar pueden ser motivo de angustia y si nos dejamos llevar suelen rebasarnos. Si permitimos que eso ocurra generaremos caos y destrucción. Ante la preocupación hay un solo remedio: la ocupación. De nada sirve imaginar escenarios negativos, alimentarnosSigue leyendo «Ante las preocupaciones»