Todos nosotros tenemos aspectos propios que no hemos reconocido. Algunos de esos aspectos son positivos y reconocerlos nos ayudaría a desarrollarlos y tener entonces una personalidad mejor integrada. Otros aspectos son aparentemente negativos y si los desconocemos pueden tomarnos por sorpresa, descubriéndonos agrediendo o lastimando al otro, casi de forma inadvertida. Esos aspectos, los positivos y los negativos, desconocidos para nosotros, se encuentran en la sombra.
La sombra, desde la perspectiva de Jung, es todo aquello de lo cual no estamos conscientes. La sombra se opone y compensa a nuestra personalidad consciente. Está compuesta de deseos y motivaciones que pueden ser consideradas moralmente inferiores, de fantasías, de resentimientos, de todo lo que no nos hace sentir orgullosos y por tanto reprimimos.
Cuando no tomamos consciencia de estos aspectos, los proyectamos en los otros: la agresión es una de la formas más comunes de proyectar nuestra sombra. Se manifiesta de muy diversas maneras, por ejemplo cuando criticamos severamente a otros, cuando alguien nos cae muy bien o muy mal casi sin motivo aparente, cuando recibimos una critica y pasamos noches sin dormir dándole vueltas al comentario, y en nuestros complejos.
En nuestros sentimientos de superioridad y de inferioridad existe una buena dósis de sombra. Y estos dos sentimientos sólo aumentan la envidia, los celos y los resentimientos.
Es indispensable conocer a nuestra sombra especialmente para no sorprendernos de la cosecha al no darnos cuenta de lo que hemos sembrado.
Revisemos brevemente los casos de los complejos de superioridad y de inferioridad. En el primero nos creemos mejores que los demás: más inteligentes o mas guapos o mejores personas. En el segundo, al compararnos siempre salimos perdiendo: los otros son mejores que yo. difícil saber cuál de estos dos complejos es más peligroso. Lo que es un hecho es que al vivir cualquiera de los dos se generan consecuencias difíciles de asumir: si me he sentido superior al otro y he tenido actitudes en consecuencia, no debo extrañarme cuando ese otro se aleje de mi o esté profundamente resentido conmigo.
Si, por el contrario, he asumido posiciones de inferioridad, acomplejándome ante el otro, entonces iré acumulando resentimientos hacia ese otro, y en un momento dado, si la oportunidad se presenta, seré agresivo e incluso despiadado con ese otro.
Los dos complejos provienen de un pobre auto conocimiento, de la ignorancia de la incapacidad para ser introspectivos. Debemos dedicar más tiempo a conocernos, a escuchar, hablar menos y pensar más. Ser realistas y aprender de la retroalimentación que los demás nos dan. Todos, absolutamente todos, tenemos cualidades y defectos. Y en ocasiones nuestras cualidades pueden ser defectos para ciertas situaciones y nuestros defectos pueden ser cualidades en determinado momento. Hay luz y sombra. Así es y así está bien.
No debemos pretender ser perfectos, debemos aceptarnos y aceptar a los otros: a fin de cuentas, todos reconocemos en los demás aspectos propios, siendo únicos no somos tan diferentes!
Considero que lo esencial es darnos cuenta de lo que hacemos porque con cada acción del presente estamos construyendo nuestro futuro, y procurar estar más cerca de quiénes nos aceptan y no insistir con quiénes no quieren o no pueden aceptarnos. No es tan complicado!
Bravo Rocio!! que clara explicacion, es un tema que alcanzaba a entender pero rara vez a explicar, no cabe duda de que el entenderlo tan bien te da la capacidad de hacerlo entender al otro. Gracias, realmente te la vuelas!!
He sido atacada despiadadamente por la sombra!!!! tanto.. que me tumbo, y fui a dar a la lona,… tengo dos dias de torticulis..
Asi se llama? con la cual no me he podido casi ni mover. Claro, que he tenido que enfrentarme con mis pensamientos, mis miedos, y mis uyes y ayes de dolor, cada vez que muevo la cabeza y todo lo que le cuelga por debajo.. pues ya no se si es mi pobre cuerpecito asustado por la madrina que me dio mi sombra al no querer enfrentarme con ella. Ni modo. Un dia oi que la locura se amarra al cuerpo, pero caray !!!! nunca pense que mi propia sombra me llevara a esta locura. Para lo unico que no me duele lo que ha quedado de mi personita, es para pensar en lo que NO queria pensar. Hasta donde tiene uno k llegar… Un beso, lo k queda de mi…
Hola Beatriz:
Te entiendo muy bien, mis sombras me han tumbado muchas veces y «mis luces» me han ayudado a levantarme. La vida nos manda regalos extraños para que seamos capaces de disfrutarla plenamente. Te despides diciendo «lo que queda de mi»… dejame decirte que queda mucho… quedas tu misma! Reconocer sombras no es agradable ni fácil pero es necesario para crecer y ser cada día más felices y tu vas por muy buen camino.
Un abrazo y un beso! Magda
Beatrix: tranquila! lo bueno de conocer a la sombra es que nos abre la posibilidad de llegar a la luz! el camino no es sencillo ni fácil pero de que se puede, se puede!!
Lo que queda de ti es una bellisima persona con la que yo siento mucha alegría de compartir!!
Te quiero
Rocio
Dicen que despues de la tormenta vienen la calma..
Despues de la lucha con mi ego, porque al mismo, literalmente me pusieron en mis manos, el libro recomendado por ti Rocio «Una nueva Tierra» de Eckhart Tolle, Un despertar al proposito de su vida»; La guerra despiadada que tuve con mi sombra, que fue cuerpo a cuerpo, fue disuelta, y sobre todo por la luz que me dio este libro, y me hizo entender la obscuridad y la falta de conciencia de la que se vale el ego, para que yo no vea lo mas profundo que hay de mi persona.
No he ganado la guerra aun, pero que bien se siente cuando puede ganarle al ego, aunque sea una pequeñisima batalla.. Gracias Rocio por enseñarme el camino.
Querida Beatrix: gracias por que algo de lo que hago es útil!
Felicidades por esos triunfos sobre el ego!
La sombra siempre está ahi, detrás de nosotros haciendo y deshaciendo en nuestras vidas, hasta que decidimos interiorizar y ver aquellas cosas de las cuales no somos conscientes, o incluso, lo somos pero no lo queremos ser.