Piedad Bonnett, nacida en Amalfi, Colombia, nos regala una lectura indescriptible. Dolorosa, profunda, aterradora, veraz. Es el relato del suicidio de su hijo. Estremecedora. Así se llama: «Lo que no tiene nombre».
A mi me hizo sentir una enorme responsabilidad, como profesional dedicada a la salud mental. El recorrido que estos padres hacen en busca de ayuda, las negativas de algunos psicoterapeutas de hablar con ellos o explicarles el problema, el descuido de otros. Cuando tenemos en nuestras manos la posibilidad de ayudar debemos estar ciertos de que es una situación muy delicada.
También me hizo reflexionar sobre la importancia de acudir con profesionales: con cédula profesional de maestría por lo menos. No dejemos nuestra salud mental o la de los seres que amamos en manos de cualquier aficionada.
Tiene otra novela fascinante, la Bonnett: «Qué hacer con estos pedazos». EL mal carácter del marido, la soledad de la esposa, las groserías de la hija que no aguanta la vejez de su madre. No podía soltarla una vez comenzada la lectura.
A ella la conocí en la Feria Internacional del Libro, en Guadalajara. La admiro muchísimo: por valiente, por honesta, por real.