Cuando hablamos sin pensar solemos emitir juicios de blanco o negro. Esto que esta persona hace está mal o lo que hizo o dijo fulanita está bien. Somos radicales y creemos que las personas, los eventos o las situaciones son o blancas o negras. Perdemos de vista los grises. Las tonalidades que están entre lo perfecto y lo imperfecto.
Ninguna persona hace todo bien. Nadie es totalmente malo. En medio de lo bueno hay desventajas y en las peores situaciones se encuentran beneficios. Juzgar a la ligera a los demás nos hace ser crueles, poco compasivos y nada inteligentes.
Expresar sentencias categóricas respecto a otro ser humano es realmente inhumano. La persona con más errores tiene muchos aciertos. La que presume de hacer las cosas muy bien, tenlo por seguro, está intentando ocultar derrotas.
Cuando ganamos también perdemos. Cuando perdemos solemos ganar mucho aunque nos tardemos en descubrirlo. Desarrollemos compasión y empatía por el otro, reconociendo que en todos nosotros hay muchos matices, contradicciones, ambivalencias e incongruencias. Pensemos antes de hablar y si se trata de juzgar, es mejor callar. Somos una inmensa gama de sutilezas. Así de complejos somos. Así de interesantes. Ni todo bueno ni todo malo.
Me encanta !!!!!!!! Como estas 😘😘🍥🍥
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