Para lograr metas requerimos de la disciplina. Fijar un objetivo, establecer la acción que nos llevará al logro y llevarla a cabo.
Sin disciplina es casi imposible alcanzar objetivos que contribuyan a nuestro bienestar. Muchas veces creemos que con la motivación o el entusiasmo basta. Y no es así. Si tus acciones van a depender de tu estado de ánimo será muy complicado que tengas logros.
Por el contrario, si te fijas una rutina disciplinada y llevas a cabo esa tarea sin tomar en cuenta si estás de buenas, o de malas, o triste o feliz, irás conquistando muchos territorios.
La disciplina se adquiere, se aprende, se desarrolla y es una de las herramientas más poderosas en el alcance del crecimiento personal. No dependas de tus emociones para hacer las cosas. Con disciplina se logran las metas realistas que nos fijamos y si logramos distanciarnos de lo que sentimos en aras de cumplir nuestras tareas, habitualmente nuestro estado de ánimo mejora ante la evidencia de logro que elevará nuestro sentido de autoestima.
La claridad con lo que dices las cosas te invita a intentar llevarlo a cabo saludos
Gracias Tere por tu comentario, un abrazo con cariño