Es común encontrar actitudes maternas sobre protectoras: «vivo solo para mi hijo» es una de las expresiones más comunes. El hijo se convierte en el pretexto para alejarse del papel de esposa. Este tipo de madre va restringiendo su vida social y la de su hijo. Lo acompaña a la escuela, le ayuda a hacer las tareas y le prohibe a ciertos amigos que pueden, según ella, hacerle daño. Además, va devaluando poco a poco la imagen del padre ante el hijo. La madre encuentra en el hijo la solución de todas sus necesidades afectivas.
Sobre protección significa cuidado excesivo. Esta actitud es el resultado de algunas de estas condiciones:
- Dificultades importantes para concebir a ese hijo. La madre sufrió mucho tiempo o se sometió a tratamientos dolorosos y padeció de angustia creyendo que no podría tener hijos.
- Rechazo hacia ese hijo que se sobre compensa con la sobre protección. Puede ser que ese hijo tenga alguna enfermedad o problema que la madre intenta compensar.
- Problemas serios con la pareja. Al no encontrar satisfacción en la relación afectiva con la pareja la madre canaliza sus deseos de afecto en el hijo.
- Hambre de afecto. La madre fue una niña poco querida en su infancia y encuentra en la relación con el hijo la posibilidad de satisfacer eso que quedó pendiente.
- Culpa. La madre siente culpa por haberse divorciado, por trabajar fuera del hogar o por alguna otra razón y la compensa sobre protegiendo.
Cualquiera que sea la razón el daño que genera la sobre protección es inmenso: un hijo infantilizado, irresponsable, que no crece, que no puede hacerse cargo de su vida y que además, se convierte en un tirano déspota de su propia madre.
Rocio Hola, me podrías hacer favor de decirme como consigo tu libro sobre limites.