La única manera que tenemos para cuidarnos es conocernos.
Nadie sabe lo que tú necesitas: las horas de sueño, el tiempo de descanso, el tipo de alimentación que te hace bien o mal, tus necesidades de entretenimiento, de cultura, de conversación, de cercanía.
Cuando no sabes lo que necesitas para estar bien, te haces mucho daño. Cuando sabes lo que necesitas pero no lo respetas te haces mucho daño.
La única persona responsable de ti mismo eres tú. A ti te toca ser responsable de ti. Cuidarte en base a lo que YA sabes que te hace bien o que te hace daño.
En el dintel del Templo de Apolo, estaba la inscripción «Conócete a ti mismo» de un lado, pero al otro lado del Templo estaba la inscripción «Cuídate a ti mismo». Sin conocerte, no hay modo de cuidarte.