Aprender a vivir

Vivir es un arte y como ocurre con todo arte, hay reglas que nos permiten aprender a hacerlo. Yo creo que algunos son verdadedos artistas del vivir. Y otros, menos avezados, somos meros artesanos. Pienso en alguna artesanía: una blusa bordada a mano, un jarrón de talavera, un rebozo tejido. Quién logra hacerlo bonito necesariamente ha tenido que entender como manejar los materiales, ha practicado día con día, ha preguntado a los que saben más, ha imitado a los que lo hacen bien, se ha equivocado y ha tenido que comenzar de nuevo. Seguro ha tenido que reparar, descansar del trabajo, dejarlo un ratito de lado y ha desarrollado disciplina para poder construir algo bello.

Cada día es una oportunidad para aprender a vivir. Lo bueno es que existe el terrón de azúcar de Cortázar, el tiempo recobrado de Proust, el invento de la soledad de Auster, el Balzac de Zweig y el estoico de Pessoa. Lo bueno es que hay un Galeano, una Sontag, un Freud. Lo mejor es que hay maestros que nos ayudan a entender.

Lo bueno es que existe el sentimiento que nos dice cuando dejar de hacer algo, cuando retirarnos, cuando seguir, cuando cambiar, cuando pedir perdón y cuando decir te quiero. Lo bueno es que existen las lágrimas y los abrazos y la ternura y los besos.  Lo bueno es que existe la soledad para poder reflexionar y la compañía para saber quiénes somos. Lo mejor es que existe el amor. Lo más importante es el amor.

Lo bueno es que hay animales, perros, gatos, mariposas, catarinas, abejas, tiburones, leones, tortugas. Lo bueno es que hay flores, árboles, nubes, música, el cine, la literatura, el psicoanálisis.  Lo mejor es que hay amigas, alumnas, hermanas, hermanos, hijos, padres, madres, sobrinas, amigas-alumnas, personas maravillosas. Lo más preciado es saber que amas y eres amada. Lo más importante son las personas.

Lo bueno es que a diario tenemos oportunidad para recomenzar, para arreglar, para corregirnos, para perdonarnos, para ser menos dependientes y más fuertes, para ser menos agresivas y más amables, para juzgar menos y reconocer más nuestros errores, para leer y para aprender. Lo más importante es saber relacionarnos con las personas. Lo mejor es que mientras haya vida, hay posibilidad de aprender a vivir.

Publicado por Rocio Arocha

Dedico mi vida profesional al psicoanálisis individual y de pareja. Soy docente en las Maestrías en Psicoterapia General y de Niños y Adolescentes en la Asociación Psicoanálitica Mexicana y soy candidata a Doctora por la misma institución.

6 comentarios sobre “Aprender a vivir

  1. Rocío Feliz cumpleaños, hoy celebras como nunca, con más gozo y conciencia, con la sensibilidad a flor de piel y con el amor en tus labios… te quiero muchísimo, es un gusto vivir en este mundo cuando tu estás en él…

  2. Increíble artículo. De gran densidad, amplitud, experiencia… Lleno de calidez
    Una peculiar y magistral manera de compartir el vivir.
    Estas muy inspirada en tu cumpleaños! Un abrazo fuertísimo lleno de cariño.

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