La sobre protección y sus consecuencias

Todos nosotros conocemos personas sobre protegidas: esas personas que sienten que tienen derechos para lastimar a los otros, para abusar, para ser groseras, que no son capaces de sentir empatía por los demás.

Este tipo de personas que viven confiadas en que el otro va a aguantar lo que sea: cualquier tipo de maltrato.  En ocasiones ha sido una madre la que en su temor de dejar de ser querida o en su culpa por alguna circunstancia, le permite a ese hijo o hija traspasar todo límite y más allá: esa madre exige a los otros hijos que toleren los abusos del sobre protegido.

Las personas que han recibido ese trato permisivo se convierten en seres abusivos, indolentes, agresivos. Están enojados consigo mismos y con quién los ha sobre protegido porque de algún modo intuyen que algo no anda bien con ellos mismos.

El sufrimiento en el mundo se aumenta cuando no sabemos poner un alto a quién se cree con derecho de abusar de los otros. Poner un límite a las groserías de los demás cuesta mucho: ser exiliados de su cariño, sentir culpa, sentir miedo a perder su afecto, creer que no somos tan «buenos». No poner el límite cuesta más caro.

En esta ocasión no concluyo el tema, da para mucho y dedicaré varios artículos al mismo. Espero tus comentarios.

Buena educación tecnológica

Los teléfonos celulares, las redes sociales, el internet, los correos electrónicos… son instrumentos maravillosos. Los cuchillos también. Sirven para cortar, destruir, aniquilar, lastimar. Y también para operar, sanar, curar…

Si mereces usar una herramienta: aprende a hacerlo bien.

¿Tu cómo usas tu teléfono celular? Lo pones sobre la mesa cuando estás comiendo con otro ser humano y estás pendiente de cada mensaje que entra o lo que es peor aún: ¿lo contestas interrumpiendo a tu interlocutor?

¿Escribes mensajes mientras manejas?

¿Escribes con mayúsculas tus correos electrónicos?

¿Interrumpes tus conversaciones para escribir o leer mensajes?

¿Subes a facebook cada vez que comes un tamal una foto: comiendo un tamal?

¿Escribes en facebook mensajes de odio a tu ex pareja, tus males y enfermedades?

¿Mandas a todos tus contactos cadenas, fotos, chistes, etc. que invaden su espacio virtual?

Si has contestado SI a cualquiera de estas preguntas quiere decir que NO te has tomado el tiempo de pensar en la buena educación ante la tecnología.

Estar frente a un ser humano merece pensarse. ¿Porqué resulta más importante el que no está frente a ti?

Es muy molesto ser interrumpido por sonidos de teléfonos, mensajes, correos. Es más molesto tenerte que callar en tu cita con el doctor, en la clase que estás intentando impartir, ante tu hijo con el que quieres aprovechar el ratito para comunicarte, con tu amiga a la que ves poco…Es importante pensar que mi interlocutor no desea ser interrumpido. Desea que lo escuche. ¿O a ti no te molesta?

¿Estás sola?

Es muy común que cuando una mujer no tiene pareja los demás le pregunten (con cara de pena o tristeza): «¿estás sola?» Como si la única posibilidad de estar acompañada fuese cuando tienes pareja.

Yo conozco muchas, pero muchas, mujeres casadas, con novio o pareja que están muy solas.

También conozco muchas mujeres solas que están solas.

Y otras solas acompañadas. Muy acompañadas: de sus hijos, de sus amigas, de sus padres, de sus amigas, de sus intereses, de su trabajo, de sus mascotas, de ellas mismas.

Hay una enorme diferencia entre la soledad y la desolación. Estar desolada es estar «sin sol» o sea, sin ti. Es decir, sentir que te estás traicionando a ti misma. Estar sola es estar «con sol» o sea, queriéndote, cuidándote, creciendo, trabajando en ser mejor persona y disfrutando de la vida.

No tener pareja no significa no ser amada. Tampoco no estar acompañada, ni ser menos, ni inferior, ni incompleta. Yo creo que puede significar alguna de estas opciones:

1. Recién terminaste una relación, queriendo o sin querer (divorcio, viudez, infidelidad)  y te estás recuperando. Date al menos 1 año para aprender de la experiencia y prepararte para intentarlo de nuevo.

2. Estás con tu energía en otros lugares: tu trabajo, tus hijos, tus padres, tu vida espiritual…

3. Tienes la firme convicción de no estar en pareja con «cualquiera» sino con alguien que te ame genuinamente y que tu puedas amar así y… no lo conoces aún…pero ya llegará.

4. Te estás boicoteando, castigando, lastimando, lacerando y no buscas pareja pero si la quieres (ve a terapia ya!!!)

En corto: el amor no se recibe sólo de una pareja.

Solas las que no se tienen a ellas mismas: las demás estamos muy acompañadas.

¿Cómo te defiendes de la realidad?

La realidad es a veces muy amenazante. Dar cuenta de ella es difícil. Admitir que hemos fracasado en un negocio, reconocer que una relación dejo de funcionar por culpa nuestra, aceptar que nosotros nos provocamos esa enfermedad, son sólo algunos ejemplos de situaciones que solemos disfrazar, tapar, culpar al otro y usar diversas estrategias para no aceptarlas.

También ocurre que cuando alguien a quien queremos mucho nos hace daño tendemos a minimizar lo que hace o a dejar de ver ese aspecto o a justificarlo, Admitir que esa persona es ambivalente para con nosotros no es fácil. Como tampoco lo es cuando nosotros sentimos rencor, enojo o coraje contra de alguien que nos es mu querido.

El recurso de nuestro aparato psíquico para defendernos de esas situaciones externas desagradables y de esas emociones dolorosas es el de utilizar mecanismos de defensa. Todos utilizamos más de un mecanismo de defensa y es algo inconsciente, es decir que ni lo escogemos a voluntad. Esto es algo natural, inevitable, saludable. Sin embargo, si una vez pasado el peligro, mantenemos levantado el mecanismo de defensa, podemos desarrollar trastornos en nuestra personalidad que pueden lograr separarnos de los otros y hacernos sufrir en exceso.

Si el tema te resulta interesante, te invito a que me escuches hoy, a las 11 am en el 102.5 de FM, en MVS en el programa Conócete con Andrea Vargas y Adelaida Harrison. Entre las tres hablaremos del eneagrama y de los mecanismos de defensa de cada número. Hoy y el próximo domingo, a la misma hora en la misma estación.

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