Humilde homenaje a Amos Oz

«El único viaje del que no se vuelve con las manos vacías es el interior. En el interior no hay fronteras ni aranceles, se puede llegar hasta las estrellas más lejanas. O ir a lugares que ya no existen y visitar a personas que ya no están». Esta es sólo una de las tantas reflexiones del gran escritor Amos Oz, quién falleció ayer.

Su novela «Una historia de amor y oscuridad» me cambió para siempre la vida. Un hombre que vivió el suicidio de su amada madre. Un hijo único que creció entre libros. Un hombre profundamente sensible que dedicó tanto a la paz entre las personas y las naciones. Un alma ejemplar.

Su muerte: una pérdida para la humanidad. Su vida y su obra: un regalo precioso para quién sepa apreciarlo.

Roma: amor que duele

Mucho se puede pensar al rededor de la película Roma. Se trata de mujeres, de hombres, de la infancia perdida, del México de entonces, pero sobre todo del amor. Del amor de Cleo. En todos los grupos hay una persona que se ofrece, de modo inconsciente, al sacrificio. Su sensibilidad hace que ofrezca su vida, su salud, sus posibles logros para «absorber» el dolor de los demás. Y se inmola.

En la película de Cuarón, podemos observar como el peligro de la muerte está presente todo el tiempo: los niños juegan a estar muertos, el hermano mayor avienta una piedra al menor y la abuela dice -«podrías haberlo  matado», luego en el incendio del rancho, después en la escena de la playa. A pesar de todos los peligros hay sólo una persona de ese grupo que muere: la bebé de Cleo.

Es Cleo la que carga con la muerte. A veces actuamos así: por amor al otro hacemos sacrificios que nos cuestan la vida. En ocasiones, cuando vemos sufrir a aquellos que amamos, preferimos sabotear nuestra felicidad, nuestra posibilidad de alcanzar lo bueno, otorgando una especie de recompensa al otro. Para que ustedes, familia, no sufran, me provoco un dolor mayor, así, los libero de su dolor.

En cada familia podemos encontrar a ese, al que se ofrece, y se sacrifica por los otros. Es extraño, pero así ocurre. Claro que mientras menos consciente es una situación, la gravedad aumenta.

 

De lo que te pierdes, por envidiosa

Cuando la envidia se apodera de nosotras, actuamos de modo agresivo, negativo, atacando a la persona que nos ha despertado la envidia. Y lo que logramos con esta actitud es perdernos de lo bueno que esa persona podía ofrecernos. Es decir, que si soy capaz de transformar mi envidia, seré capaz de reconocer que necesito trabajar en mi persona, que necesito ser humilde y reconocer que no tengo todo, ni podré tenerlo nunca y que es mejor disfrutar de lo bueno que los demás pueden brindarnos.

Recordemos que sentimos envidia cuando deseamos eso que la otra persona tiene y en todo caso deseamos destruirla con tal de que no nos ponga frente a nosotros la prueba de nuestra carencia.

Recordemos que no hay obstáculo mayor al crecimiento que estar invadidas por la envidia y que esa envidia nos impide pensar, relacionarnos, compartir y crecer.

Reconoce que no es posible tenerlo todo. Reconoce que desde la humildad aquel que tiene más que tú (cultura, dinero, buen gusto, relaciones, etc.) puede compartirlo contigo, pero si tu reacción es de odio, maltrato o devaluación a causa de tu envidia, te vas a perder de mucho en la vida.

 

De vampiros y sanguijuelas

¿Cómo reconocer a una persona abusiva, que te quita tu energía?

  1. Suelen negar la realidad y odian que la confrontes con la misma
  2. Manipulan tus emociones haciendo que te sientas culpable si no haces lo que ellos quieren.
  3. Ocultan información: nunca te dirán toda la verdad
  4. No sienten remordimientos si te lastiman porque creen que son el centro del Universo
  5. Son ladrones de tu tiempo, de tu dinero, de tu espacio, no respetan lo tuyo
  6. No sienten preocupación o empatía por tus sentimientos, actividades, relación o preocupaciones.

Si tienes a una de estas personas cerca de ti te recomiendo detectarla y cuidarte especialmente para que no te desgastes. Si eres una de ellas, te recomiendo aceptarlo y comenzar un tratamiento porque de otra manera… los demás, que sean sanos, se alejarán irremediablemente de ti.

El uso del tiempo

Cada uno de nosotros le damos un uso adecuado o inadecuado a nuestro tiempo. Y el tiempo que tenemos es un recurso no renovable. Se pasa y no regresa nunca más. Hacer un uso inteligente de nuestro tiempo es construir una buena vida. Algunos criterios que pueden ayudarnos son:

  • Elige pasarlo con personas nutricias y lo menos que puedas con personas tóxicas.
  • Elige usarlo en aprender, en construir, en crear, en apreciar el arte en cualquiera de sus expresiones y lo menos que puedas en las redes sociales.
  • Elige aprovecharlo llevando a cabo actividades que te hagan sentir bien: leer, conversar, trabajar, ordenar, ejercitarte, pasear a tus mascotas, disfrutar y lo menos que puedas en actividades que te hacen sentir mal: criticar, pelear, agredir, discutir innecesariamente.
  • Elige usar al menos 20 minutos al día (10 por la mañana y 10 por la noche) para planear, checar tu agenda, pensar sobre lo que quieres, escribir tus metas, tomar postura frente a tu vida y ni un minuto en quejarte, martirizarte o culparte por lo bueno has hecho o hiciste mal.

Son sólo algunas ideas que pueden ayudarnos a elegir como usar nuestro tiempo. No olvides que elegir es renunciar y es importante saber a que renunciar para poder hacer un inteligente uso de nuestro tiempo.

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